Así que el viernes cogimos el coche y nos dirijimos a Arcillo (Zamora), destino que elegí en su día por su cercanía a nuestra casa. En una hora y media estábamos disfrutando de un paisaje propio de Castilla, de amplias llanuras y encinares.
Y allí, en medio de las encinas está Arcillo; un pequeño pueblecito con una gran posada de turismo rural: Los Misterios del Alba.
http://www.arcillo.com/
Ésta es una posada con una decoración muy bien cuidada en la que puedes disfrutar de la tranquilidad y la quietud, olvidándote de los ruidos de la gran ciudad y por supuesto de la contaminación.
Ésta es una vista de nuestra habitación
Y aquí podeis ver uno de los rincones de la casa en el que disfrutar del momento.
Pero la posada de Los Misterios del Alba no solo es una posada de turismo rural sino que además puedes relajarte en su SPA.
Allí nos relajamos tanto la tarde del viernes como el sábado por la mañana y tuvimos la ocasión de "cargar las pilas" con un tratamiento con chocolate y con un maravilloso masaje.
Y después de una mañana de sábado sin prisas, ni agobios, nos fuimos a pasar la tarde a Miranda do Douro. Dimos un paseo por allí y nos hicimos algunas fotos.
Llegadas las 16:00 nos fuimos al embarcadero para coger el barco con el que haríamos un crucero de una hora de duración por los Arribes del Duero.
Y finalmente, después de disfrutar de unas maravillosas vistas (aunque todo hay que decirlo, pasamos mucho calor porque hacía 40º), nos fuimos de nuevo a Arcillo donde disfrutamos de una riquísima cena en la posada rural.¡Menudo cocinero hay allí!¡qué comidas más exquisitas prepara!
Y ya hoy domingo, hemos metido todo en la maleta y de vuelta a casa. Ha sido un fin de semana para recordar.
2 comentarios:
¡Que bueno! ya me contarás, que igual hago lo mismo un finde...
Pues ya te contaré, porque la verdad es que merece la pena.
Un abrazo.
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